El Papa y los trabajadores

El Papa y los trabajadores

Al mundo entero, particularmente a los argentinos, nos conmociona la triste noticia de la muerte del Papa Francisco. Enorme líder mundial, que predicó incansablemente en favor de los pobres, y que en sus mensajes siempre estuvieron presentes los inmigrantes, las guerras, el cambio climático, entre tantos temas que ocupaban su agenda.

Fue un Papa que trascendió a la Iglesia Católica Universal para proyectarse en un estadista y líder mundial, que no solo se preocupaba por los grandes problemas de la humanidad, sino que se ocupaba de ellos, siempre priorizando el diálogo entre las partes en conflicto y abogando por la resolución pacífica de los mismos.

Francisco nos deja muchas enseñanzas, las cuales explicitó durante su mandato a través de distintos discursos y documentos suscriptos por el Santo Padre. Pero quizás sea su sencillez, su austeridad, su cercanía con el que estaba sufriendo, lo que más nos haya convocado siempre a tratar de ser, cada uno de nosotros, mejores personas.

Para el mundo del trabajo, fue un aliado. Un hombre que siempre acompaño la lucha de los trabajadores organizados. Siempre estuvo dispuesto a recibir dirigentes gremiales argentinos y fueron varios los encuentros con el Santo Padre.

En septiembre de año pasado, dirigentes de la CGT visitaron a Francisco en Roma. En aquella reunión el mensaje del Papa al Movimiento Obrero Argentino fue contundente: Defender la unidad, defender el trabajo – que hace a la dignidad de la persona- defender la justicia social y la igualdad de género y reivindicar el rol de las mujeres.

La defensa de los sindicatos fue una constante en los discursos del Papa Francisco. En diciembre de 2022, en una audiencia con sindicalistas de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) ratificó su cercanía con los trabajadores al afirmar: “No hay sindicatos sin trabajadores y no hay trabajadores libres sin sindicato. Vivimos una época que, a pesar de los progresos tecnológicos- y a veces precisamente a causa de ese sistema perverso que se define tecnocracia- ha decepcionado en parte las expectativas de justicia en ámbito de trabajo”

Deja este mundo un hombre que no solo fue importante para la Iglesia Católica, y los trabajadores tenemos la obligación moral de mantener vivo su legado: luchar y creer siempre que un mundo mejor es posible.

Comisión Directiva

Sindicato de Empleados de Comercio de Gualeguaychú